sábado, 16 de mayo de 2009

La Heroína

Por Juan Pablo Muñoz Patiño
Enero de 2009


La imagen de esta mujer es la de una persona que sale de un estado precario en el cual su salud física, anímica, moral y sobre todo mental; ha sido menguada por las inclemencias del abandono al cual son sometidas las personas que sufren el secuestro.
(foto Reuters)
Es indudable que semejante cebo es imposible de ignorar. Los medios de comunicación nacional e internacionales cundieron por la senda del placebo y desplegando todo su auto engaño, se convencieron unos a otros de la importancia para la humanidad de un sacrificado más; de usufructuar la imagen de un ser redentor, una especie de Mesías que emerge del averno para traer esperanza y salvar una nación.

La escena política internacional, anestesiada por la especulación que da la lejanía, convencidos como los creadores Jolibudenses, de que Colombia es un país poblado solo por indios analfabetas armados, que en su afán de modernidad se está auto extinguiendo al no comprender las “bondades” del neo- liberalismo y del capitalismo salvaje; adoptó también una posición de compasión y vislumbró en esta mujer una figura de renacimiento, una Juana de Arco contemporánea, tanto que se ilusionaron con el Nóbel de la paz.
(foto AP)
La vida de las personas que la opinión pública declara como banderas de una nación, y más aun, de una esperanza mundial perenne como lo es la paz, se convierte en eso mismo, en un bien público que pertenece gracias a los medios masivos, a un colectivo de intereses dirigidos según la agenda mediática.

La vida familiar, en el mejor de los casos desaparece en su totalidad haciéndose inmune (al no existir), a las alteraciones intermitentes que inducen los medios. En el caso de nuestra heroína no fue así, dado que esta figura se complementó con el abrazo fraterno de los que esperaron a la madre con la paciencia de Penélope, hilvanando la trama de una embestida sentimental ante la cual todos sucumbimos gracias al protagonismo de sus actores estelares.
(Foto Rev. Cambio)
Hubo un personaje que salio de la trama por falta de repertorio, el papel de esposo abnegado no interesó a los productores y prefirieron al actor extranjero.

Como en casi todos los casos desesperados y atropellados por aprovecharse a como de lugar del momento efervescente de la noticia, y de las presiones políticas por conseguir en tiempo límite resultados fructíferos; se agotó el recurso y el impulso se quedó en promesas.
(foto Nueva Acropolis, España)
Cuando los medios de comunicación nacionales se detengan a mirar de lejos, sin dejarse influir por los intereses de los gremios económicos y los colectivos políticos, los fenómenos que afectan la naturaleza de la violencia que ejercen los distintos actores armados en el país; entonces con la serenidad que da la distancia estando cerca, se podrá hacer un análisis que redunde en una opinión pública generadora de participación y resultados. Así mismo, esto se reflejará a través de las fronteras y la participación extranjera en la solución de conflictos locales será consecuente con nuestra realidad.

2 comentarios:

Juan Pablo Muñoz P. dijo...

muy bueno, que visionario eres, ya viste cómo peló el cobre esta joyita, eh!

Juan Pablo Muñoz P. dijo...

si, bueno, no hay que ser tan duros con ella, al fin y al cabo recuerda que pasó por experiencias muy traumáticas... además el artículo se refiere al despliegue exagerado de los medios, no a la patética catarsis de Ingrid.